Sentirte solo/a no siempre significa estar solo/a. De hecho, la soledad emocional normalmente aparece cuando estamos rodeados de amigos, familia e incluso en pareja. Es una sensación silenciosa y difícil de explicar para quien no la haya sentido nunca, pero tan real (y válida) como cualquier otra.
Estás desconectado/a de lo que ocurre, como si nadie te entendiera del todo y estuvieras fuera de lugar, incluso en entornos en los que siempre te has sentido bien y ‘deberías’ sentirte acompañado/a. ¿Te ha pasado alguna vez? Es una soledad que duele, porque sientes que tus emociones, tu manera de pensar o tu forma de ser no encajan con lo que te rodea.
¿Qué es la soledad emocional?
La soledad emocional no tiene nada que ver con cuántas personas tengas alrededor, si tienes más o menos amigos o pareja. Puedes tener una familia numerosa, amigos de toda la vida y llevar varios años de matrimonio, que eso no es incompatible con sentirse solo/a por dentro.
Tampoco se trata de tener a alguien cerca, sino de sentirte visto, escuchado y comprendido. De poder mostrarte tal y como eres sin miedo a que te juzguen o malinterpreten constantemente todo lo que dices. Y si eso no ocurre, aparece la desconexión y la soledad emocional.
Lo peor es que puede ocurrir en relaciones muy cercanas, como con tu pareja o tu familia. Al final, podemos estar presentes físicamente, pero desconectados y ausentes emocionalmente de lo que pasa alrededor, y eso muchas veces duele más que la soledad física.
Causas comunes de la soledad emocional
Hay muchas razones por las que te puedes sentir solo/a emocionalmente, y tienes que saber que ninguna de ellas hacen que seas una persona débil, rara o poco sociable. El primer paso para acabar con esa soledad emocional es entender la causa, y estas son las más habituales:
Baja autoestima
Si no te valoras a ti mismo/a y tienes una baja autoestima, sueles aceptar relaciones que no te aportan nada. Te conformas con lo mínimo o no te atreves a pedir más, porque crees que no te lo mereces.
Dificultad para vincularte
¿A cuántas personas has conocido que tienen una coraza que cuesta mucho liberar? Suele ser una protección, bien porque han pasado por situaciones complicadas y no quieren que les vuelva a ocurrir, o bien para evitar que les hagan daño. El miedo al rechazo, depender de otros o mostrar vulnerabilidad impide tejer vínculos con los demás.
Falta de relaciones significativas
A veces, el problema ‘simplemente’ es que no has encontrado personas con las que conectes. Y otras veces, es que tus relaciones se han vuelto superficiales o distantes con el paso del tiempo.
Sentirse diferente o ‘demasiado’ para otros
Puedes sentir que tus intereses, tu forma de ver la vida o de sentir no encajan con el resto del grupo. Esa sensación de ser ‘raro’ o de vivir ciertas cosas con demasiada intensidad puede hacer que te aísles todavía más.
¿Qué puedes hacer con esta sensación?
Por suerte, hay muchas maneras de abordar esta soledad emocional, y la primera pasa por acudir a terapia. Después, hay algunos consejos que puedes poner en práctica, aunque al principio te cueste:
- Valida lo que sientes, no lo minimices ni te juzgues con ello. Sentirse solo no significa que estés exagerando ni que seas incapaz de relacionarte.
- Busca espacios seguros y rodéate de personas con las que puedas ser tú sin filtros. No hace falta que sean muchas personas, simplemente necesitas compartir lo que sientes con alguien sin ‘disfrazarte’.
- Relaciónate desde tu valor y, para ello, trabaja tu autoestima y tu autoconocimiento. Cuando te conoces y te aceptas, también eliges mejor a las personas que quieres que estén presentes en tu vida. Y, sobre todo, deja de conformarte con relaciones vacías por miedo a estar solo/a.
¿Cómo te puede ayudar la terapia?
La terapia psicológica es un acompañamiento que te ayuda a entender lo que te ocurre, a identificar la causa y a construir nuevas formas de relacionarte contigo y con los demás. Por eso, con la ayuda de un profesional podrás poner en orden lo que sientes y entender por qué te sientes desconectado/a.
También aprenderás a poner límites, a comunicarte de una manera más clara y a elegir relaciones personales que de verdad te aporten, en lugar de mantener vínculos que te hacen sentir más solo/a. Y la terapia psicológica también va a fortalecer tu identidad. Cuando te conoces mejor, sabes lo que necesitas, lo que te hace bien y lo que quieres construir en tu vida.
El primer paso para acompañarte mejor (y de forma más sana), está en nuestra terapia para soledad emocional. En POP Empower queremos acompañarte en este camino y ayudarte a volver a conectar con los que te rodean, sin miedo a ser tú y con las herramientas adecuadas.
Ahora tu primera sesión con un 20% de descuento con el código SESION20.

