La ansiedad se manifiesta de formas muy diferentes, pero conocer estas señales te ayudarán a identificarla y saber cuándo es momento de pedir ayuda.
¿Has notado que últimamente te cuesta más de lo habitual concentrarte? ¿O que tu cabeza no para ni cuando deberías estar descansando? Ocurre mucho más de lo que crees y, de hecho, muchas personas experimentan esos síntomas físicos y emocionales sin saber que pueden estar relacionados con la ansiedad. A veces, es una sensación de estar siempre alerta o muy agitado; otras, insomnio sin motivo aparente, vacío emocional o la necesidad de controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor.
La ansiedad se puede manifestar de muchas formas, y aunque solemos reconocer los síntomas más evidentes, hay otros más sutiles que pasamos por alto. No siempre es fácil identificarla y mucho menos pedir ayuda, pero debes saber que la ansiedad tiene tratamiento. Y que si te identificas con alguno de estos síntomas, no estás solo/a.
¿Qué es exactamente la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones que interpreta como amenazas o retos. Esa ‘activación’ que has sentido justo antes de una entrevista de trabajo, de un examen o al tomar una decisión importante. Hasta cierto punto, tiene una función útil y nos ayuda a estar alerta.
Ahora bien, el problema aparece cuando esa respuesta se activa sin que haya un peligro real, o cuando se mantiene en el tiempo. Es entonces cuando la ansiedad deja de ser adaptativa y pasa a ser una ‘carga’ que afecta a nuestro bienestar. Y saber distinguir entre una y otra es lo que te permitirá detectar si necesitas ayuda profesional.
- La ansiedad normal es temporal, aparece ante una situación concreta y desaparece cuando pasa ese estímulo.
- La ansiedad patológica es persistente, aparece sin un motivo claro y normalmente altera el sueño, la alimentación, la concentración y afecta a las relaciones personales.
La mayoría de veces, esta diferencia no es tan evidente como parece y puede llevar años convivir con un estado de ansiedad patológica sin identificarlo. Por eso es tan importante aprender a observar cómo te sientes y cómo reacciona tu cuerpo a los estímulos.
7 síntomas comunes de la ansiedad
No hay dos personas iguales, así que no todo el mundo experimenta la ansiedad de la misma forma. Pero sí que hay síntomas bastante frecuentes que te pueden ayudar a identificarla.
- Palpitaciones o sensación de presión en el pecho: ocurre cuando el corazón se acelera sin razón aparente, incluso cuando estás en reposo, y suele ir acompañado de una sensación de falta de aire o presión en el pecho.
- Pensamientos repetitivos o anticipación constante: tu mente va por libre y no puedes evitar darle vueltas a los mismos pensamientos. Te anticipas siempre a lo que pueda pasar y te cuesta desconectar, incluso en momentos de calma.
- Insomnio: te cuesta conciliar el sueño, o te despiertas por la noche con pensamientos intrusivos.
- Evitas situaciones sociales: prefieres no acudir a compromisos, reuniones o cualquier situación que pueda generar una sensación de malestar.
- Irritabilidad: tienes reacciones desproporcionadas ante pequeños gestos y la sensación de estar siempre al límite.
- Problemas digestivos sin causa médica: molestias, dolor de estómago, náuseas o alteraciones intestinales. Es habitual que el cuerpo manifieste el estrés en el sistema digestivo, siempre y cuando no haya otro motivo detrás.
- Bloqueo mental: sientes que no puedes pensar con claridad, como si tuvieras ‘niebla’ mental.
Además de estos síntomas, también es frecuente la inquietud física. Por ejemplo, la necesidad de mover las piernas, apretar la mandíbula sin darnos cuenta o sentir tensión muscular en el cuello y los hombros.
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
Todos hemos sentido ansiedad en algún momento de nuestra vida, y es normal, porque es una respuesta natural del cuerpo en momentos de estrés, preocupaciones o incertidumbre. Sin embargo, conviene prestar atención cuando esa ansiedad se mantiene en el tiempo o interfiere en el día a día, porque puede que entonces hayas desarrollado un trastorno de ansiedad.
Estas son algunas señales de alerta que indican que es momento de pedir ayuda profesional, porque es el primer paso para volver a ser tú.
- La ansiedad afecta a tu rutina: dormir, trabajar, relacionarte, disfrutar de tu tiempo libre…
- Ha pasado de ser algo puntual a ser constante y ya no sabes cómo volver a recuperar esa sensación de bienestar.
- No sabes cómo gestionarla: intentas relajarte, respirar o controlar la ansiedad, pero nada funciona.
¿Cómo puede ayudarte la terapia online?
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