Puede que no te pase a diario, o quizá sí, pero conoces la sensación que te genera verte reflejado/a en un escaparate, probarte una prenda más ajustada de la cuenta o compararte con alguien más. La relación con tu cuerpo no solo es lo que sientes al mirarte al espejo, tiene más que ver con cómo te hablas, cómo te tratas y lo crítico que eres contigo mismo/a.
A priori, que no te guste tu físico no significa siempre que haya un problema detrás, pero quizá tienes que prestarle más atención de la que deberías. Al final, esa imagen que tienes de ti afecta directamente a tu autoestima, a tus emociones y muchas veces también te limita. Y no, la solución no está en cambiar de cuerpo, sino en cambiar la forma en la que te relacionas con él.
¿Qué es la autoimagen corporal?
La autoimagen corporal es la percepción que tienes de tu propio cuerpo, y no siempre se corresponde con la realidad. Puedes tener un cuerpo normativo y sentirte incómodo/a con él, o tener uno que no encaja en los cánones y estar a gusto. Todo depende de los ojos con los que te mires.
Puede haber muchas causas y factores detrás de esta percepción, como la cultura, algún trauma de la infancia, cómo haya sido tu educación, los comentarios ajenos, las redes sociales, la moda o la publicidad. Todo esto se acumula en tu cabeza y termina por moldear la forma en la que te ves y te tratas.
Por eso es tan importante que entiendas que tu cuerpo no tiene ningún problema (todos son válidos), y lo que debes trabajar es el retrato que has construido alrededor de él. Y sí, es perfectamente posible cambiar la manera en la que te hablas, pero debes ser consciente, amable y acudir a terapia si lo necesitas.
Señales de una relación dañada con tu cuerpo
No hace falta tener un trastorno alimenticio ni una obsesión extrema para saber que hay algo que no va bien. Hay algunas señales sutiles (y más normalizadas de lo que deberían) que indican que la relación con tu cuerpo está dañada:
Vergüenza constante
Te muestra mostrar tu cuerpo, te tapas constantemente y haces juicios automáticos. A veces, incluso te sientes culpable por cómo es tu cuerpo.
Evitar mirarte o salir de casa
No te miras al espejo y, cuando lo haces, es para buscar ‘defectos’. Incluso has dejado de ir a ciertos sitios o de hacer planes por no estar cómodo/a con tu cuerpo.
Conductas restrictivas y compulsivas
Saltarte comidas, hacer ejercicio en exceso, obsesionarte con lo ‘saludable’ o comer de forma impulsiva y luego sentirte culpable. Eso no es bienestar, es un control excesivo que no te hace bien.
Buscar aprobación externa
Tu autoestima o valía depende de lo que te dicen los demás. Buscas constantemente cumplidos, likes y validación externa para sentirte bien, aunque sea solo momentáneamente y luego vuelvas a sentirte igual.
3 claves para empezar a sanarla
Mejorar la relación con tu cuerpo es un proceso que requiere tiempo. No hay fórmulas mágicas, pero sí algunos pasos que puedes dar para empezar a sanar esa conexión y ser mucho más amable contigo:
- Observa tu diálogo interno: presta atención a la manera en la que te hablas cuando te miras al espejo o te pruebas ropa. ¿Te criticas, te insultas y te dices cosas que jamás le dirías a otra persona? Cambiar el lenguaje es el primer paso para cambiar la percepción.
- Elige referentes reales y amables: todos tenemos referentes, influencers y personalidades públicas que nos causan una simpatía especial. Pero tenemos que saber que no todo lo que aparece en redes sociales es real. Un buen paso es dejar de seguir a quien te hace sentir mal contigo. Llena tus redes de cuerpos diversos, de mensajes sanos y de personas que hablen con respeto de sí mismos y de los demás.
- Pon límites a lo que te hace daño: hay comentarios que no necesitas seguir aguantando, así que poner límites también es una manera de proteger tu salud mental. Hazlo y mantén a raya los comentarios sobre tu cuerpo o las actitudes tóxicas, vengan de quien vengan.
La terapia como espacio para reconectar con tu cuerpo
Si sientes que no puedes solo/a o que hay heridas más profundas que no sabes cómo gestionar, la terapia es un espacio seguro en el que puedes reconstruir tu relación contigo mismo/a. Entenderás cuál es la raíz del problema y de dónde vienen esas creencias sobre tu cuerpo. Y también tendrás las herramientas para desmontar todas las voces internas que te critican y te hablan mal.
Es válido que tengas complejos o que no te gusten todas las partes de tu cuerpo, pero no tienes que cumplir con ningún ideal ni canon de belleza. En terapia aprenderás a vivir más a gusto con tu cuerpo, a valorarlo, quererlo y hablarte con buenas palabras.
Recuerda: tu cuerpo no necesita cambiar para que lo valores, ya es válido tal y como es. En POP Empower queremos acompañarte para que tengas una relación más sana con cuerpo, y hoy puedes dar el primer paso.
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